Skip to main content

Para entender perfectamente la muerte de Jesús, no fue cualquier tipo de muerte, si no muerte de cruz.
En la época del Imperio Romano, la muerte de cruz era reservada para los peores criminales, desertores del ejército, ladrones, esclavos, y lo más bajo de la sociedad; era la más vil de las muertes, la más cruel, era una tortura lenta, diseñada para producir una muerte larga con el máximo dolor, sufrimiento y humillación. (Deuteronomio 21:22, 23)

Jesús vivió ciertas circunstancias antes de morir:

  • Tuvo que beber de la copa de los pecados de la humanidad (Mateo 26:39) La copa estaba llena de todos los pecados más terribles que nos podemos imaginar: homosexualidad, mentiras, odio, resentimiento, orgullo, rechazo, maldiciones generacionales, robo, aborto, asesinato, enfermedades, pecados de ocultismo, brujería, entre otros; lo más bajo de la raza humana, en un solo ser. El hijo de Dios, puro y Santo que nunca había pecado, de repente recibió sobre Él esta enorme suciedad (2 Corintios 5.21; Hebreos 5:7) Por primera vez, el Padre y el Hijo se separaban; el pecado levantó una barrera entre ellos.
  • Ultima palabra de Jesús: “Consumado es”: en el original griego, es el vocablo “teléo” y significa “pagado por completo”. Este grito fue de victoria, no de dolor. En el Imperio Romano, se traían gladiadores de diferentes naciones, y los entrenaban para pelear. Entraban a la arena con su espada y uno de ellos debía morir, y cuando el ganador le enterraba la última estocada a su contrincante vencido, gritaba: “teléo”, o sea, “¡vencido! terminado”. Eso hizo Cristo con el diablo (Colosenses 2:14, 15)
  • El pecado y la muerte habían sido conquistados, pero todavía faltaba algo. Satanás tenía el imperio de la Muerte (Hebreos 2:14,15) y Jesús lo iba a recuperar yendo al infierno (Mateo 12:40)
  • Después de tres días en las profundidades de la tierra, o sea en el infierno, resucito (1 Co 15:4) Siendo la primicia de la resurrección y toda potestad le fue dada en el cielo y en la tierra (Mt 28:18). Hubo un gran temblor y las rocas se partieron y se abrieron los sepulcros y muchos resucitaron después de la resurrección de Él (Mateo 27:52,53)
  • Jesús se llevó a los que estaban en el Seno de Abraham que estaban en el corazón de la tierra (Hebreos 2:16)
  • Jesús murió como el último Adán, cubierto con todo el pecado, pero el primer Adán nunca se levantó de la tumba. Jesús fue resucitado como un hombre nuevo, como el Señor del Cielo, sobre quien Satanás y el pecado no tenían potestad. Satanás nunca pudo y nunca podrá tocar a este nuevo hombre.

CONCLUSIÓN:
Jesús ganó la batalla legal; una vez recibidos el poder y la autoridad para desplazar a los principados y potestades que gobernaban los aires.
Que afortunados somos, porque tenemos un Dios todo poderoso, grande en justicia y misericordioso. Si venció la muerte, no hay nada ni nadie que lo venza, ni las circunstancias que atravesamos nosotros lo pueden vencer. ¡¡Así que ánimo!! ¡¡¡Tenemos al Dios de lo imposible!!!

DESCARGAR PDF

El Incomparable Amor de Dios, La Muerte de Jesús y las circunstancias que Él vivió.

Posted by Templo Cristiano de la Asambleas de Dios on Saturday, April 11, 2020